Es bastante común que nos expresemos en forma negativa o que cuando algo bueno ocurre digamos: "fue suerte" o incluso " está bien, pero...". Estas palabras nos reflejan , pero también reflejan como vemos el mundo y cuál es el mundo que vivimos. Dos personas situadas en un mismo espacio, con exactamente la misma cantidad de luz, temperatura ambiental, sentirán cosas distintas, una de ellas podrá pensar:"que agradable, sólo le falta la música para ser perfecto", la otra podrá decir: "me encantaría quedarme así tranquilo(a) un buen rato" y quizás un observador las vea y diga "me agradaría estar allí". Pero lo que verdaderamente deberíamos aprender es a sólo vivir la experiencia , sin juicios ni prejuicios, empaparnos de las cosas que nos ocurren y sentir que nos enriquecen, suena díficil ,pero el primer paso es justamente cambiar nuestro lenguaje, frenar los "pero", los "no puedo","no..." y aprender a aceptar que las cosas buenas pueden sucedernos, que no es suerte, que sin música también puedo bailar, que aunque camine solo(a) puedo disfrutar el paisaje, que puedo quedarme tranquilo(a) sin hacer nada y que no es reprobable.
Aprender que el mundo lo generamos a partir de nuestas palabras es básico. Si nos acostumbramos a decir más veces : "que grato", "gracias", "por favor","lindo día" y sonreír, lograremos un pequeño cambio a nuestro alrededor,estas modificaciones que provocamos nos llegan directamente y ejercen por rebote un efecto benéfico en nosotros y nosotros en los otros,formando una cadena de buenas consecuencias.
por otro lado,está demostrado empirícamente que al estar de buen ánimo es menos probable que las cosas malas afecten de la misma forma, pues uno lleva su propia coraza de buen ánimo como defensa, por ello comencemos hoy mismo a hablar en positivo creando el mejor mundo posible para cada uno.
domingo, 11 de enero de 2009
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