Siempre busco novedades relacionadas con el tema de la risa y sus efectos sanadores, releyendo un libro dedicado al tratamiento del dolor agudo y crónico, encontré la base científica que apoya la famosa frase "la risa, remedio infalible", frase que me acompañó en mis lecturas juveniles,cuando leer el "Reader's Digest" era un placer escondido.
El dolor tiene componentes fisiológicos,conductuales y afectivos. Los fisiológicos constituyen respuestas normales a alguna agresión del medio, se producen entonces respuestas corporales a través de liberación de fluídos u hormonas que cambian el equilibrio normal del cuerpo. Las conductas evitativas del dolor, provocan en algunas personas aislamiento, depresión, cambios del estado del ánimo, generados también por las sensaciones producidas por las respuestas fisiológicas.
En la parte afectiva, cada dolor es distinto, cada uno lo siente en forma personal según su propio umbral , absolutamente único en intensidad y tiempo,aquí es donde la risa puede ayudar, porque al reír reinvertimos la sensación de disconfort, liberando sustancias llamadas endorfinas, sustancias opioides endógenas que ayudan a cambiar la percepción de bienestar. Al reír, aunque sea en forma dirigida, aplicando técnicas o con ayuda de películas e imágenes, se cambia el ritmo respiratorio, aumenta el ingreso de oxígeno y permite un control voluntario del dolor.
La relajación producida por la vibración de la risa ayuda a manejar el estímulo doloroso y las endorfinas producidas permanecen horas en el cuerpo, relajando las zonas con dolor.
Poco hacemos en forma natural para evitar el dolor, ahora que sabemos que la risa ayuda tanto, entenderemos mejor el porqué Patch Adams sigue abriendo esperanzas en los hospitales con su nariz roja.
martes, 23 de febrero de 2010
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