Desde hace tiempo se sabe que la realidad es subjetiva, por tanto frente a un mismo acontecimiento distintas personas tendrán distintas versiones, también entonces podemos cambiar nuestro enfoque de lo percibido y de lo que vivimos si adecuamos nuestra realidad bajo un prisma distinto.
La globalización nos permite estar en todas partes y ver realidades en forma casi simultánea a los hechos, pero pocas veces escuchamos o vemos en los medios de prensa , radio o televisión acontecimientos que nos permitan esbozar una sonrisa, estamos bombardeados por noticias y hechos cruentos que nos muestran una óptica triste, lo que influye también en la forma en que estamos percibiendo nuestro entorno.
¿Cómo evitar esto? Pues es simple, en lo posible evitemos ver, oír o decir cosas negativas, no es que las cosas dejen de pasar alrededor de nosotros, pero podemos separarnos de lo negativo, así además cuando tengamos que enfrentar un problema real que nos ataña, estaremos con un mejor ánimo para lograr una buena respuesta. Ciertamente un entorno poco amigable nos provoca enfermedades que hoy se denominan psicosomáticas, estrés, crisis de pánico, angustia, taquicardias, colon irritable, dolores cervicales, por mencionar algunas, pero si pudiéramos evitar mirar sólo lo malo y aprendiéramos a ver lo bueno de cada día , nos sorprenderíamos con pequeñas cosas.
Entonces, hagamos una pequeña tarea, hagamos que el día de mañana nos dé una sorpresa y al ir a dormir por la noche recordemos gestos amables, llamadas por teléfono inesperadas, una sonrisa de alguien que no conocíamos, una cola más breve de lo que esperábamos en el banco...en fin cada vivencia puede ser algo hermoso ....
lunes, 7 de abril de 2008
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